Luego de que el Uruguay entero se
conmoviera con el brutal y triste asesinato del comerciante judío David Fremd,
en Paysandú, en manos de un irracional y adiestrado personaje, cabe hacer un
análisis de la situación de las bases terroristas en nuestro país y en
Argentina, sus vínculos y su relacionamiento.
El ministro de Relaciones Exteriores uruguayo, Rodolfo Nin Novoa,
declaró , hace unos meses, que el gobierno en Montevideo maneja información
referente al involucramiento de la República Islámica de Irán y Hezbollah en la
región, en particular en territorio de la República Oriental del Uruguay. Asimismo, Nin
Novoa agregó que esa información “es
privada”.
Así como el asesinato del fiscalAlberto Nisman mutó en su momento en un vulgar espectáculo farandulero en la
Argentina, en el cual emergen personajes novedosos casi con rigor diario -o
bien vinculados al gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner-, existen indicios de que
Montevideo no estaría ajeno a los hechos. De tal suerte que las declaraciones
de Nin Novoa así lo confirman.
En el lado argentino, los medios y el
gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en Buenos Aires la emprendieron , en su momento, con creciente
virulencia contra la figura del fiscal asesinado; los esfuerzos oficiales se
orientaban, claramente, a intentar demostrar que el magnicidio bordea el ajuste
de cuentas -acaso explicándose el hecho a partir de motivaciones económicas.
Sin embargo, nada está más lejos de la realidad. A contramano de ello, se
destaca la imperiosa necesidad del entonces gobierno argentino por contar con
dinero fresco, cualquiera fuere su procedencia. Y si los fondos provienen de
Teherán, pues -en la óptica de la Casa Rosada- bienvenidos sean.
Adicionalmente, no debe perderse de
vista el esfuerzo montado por la Administración Fernández de Kirchner por
embarrar la cancha. Escenario en donde hizo su aparición el conductor
televisivo Marcelo Tinelli, quien ofreció a una de las mujeres del círculo
intimista de Alberto Nisman participar de la emisión "Bailando". Con todo, a
analistas políticos y a gobiernos extranjeros interesados en el caso, los
aspectos centrales pasan por los motivos del homicidio, relacionados casi
exclusivamente a la necesidad de Cristina Kirchner por salvaguardar la relación
comercial con los iraníes. Por su parte, elementos afines a Teherán lograron
afianzarse tanto en Montevideo como en Buenos Aires, operando con impunidad. La
pregunta que por estas horas sobrevuela los pasillos del poder en Montevideo es:
¿cómo podría tolerarse que Buenos Aires se convierta en una casa segura para
agentes iraníes? Estos explotaban para su propio beneficio sus contactos con el
gobierno argentino de CFK , y luego cruzan sin control al Uruguay. ¿Con qué
documentación lo hacen? ¿Quién les facilita documentación y pasaportes? ¿Que función cumplen la RAR y la afinidad ideológica regional en esto?
El gobierno de la República Oriental
del Uruguay no pueden tolerar esta realidad; mucho menos, convertirse en
cómplice del mismo, por omisión. En vistas de su cercanía geográfica, el
Uruguay termina compartiendo límites ribereños con un Estado patrocinador del
terrorismo internacional.
Los conceptos vertidos por el
Canciller Nin Novoa permiten preguntarse si acaso el gobierno en Montevideo
está en condiciones de confirmar o desmentir si se utilizaron pasaportes
uruguayos a los efectos de completarse la etapa final del homicidio del fiscal
argentino. Complementariamente, ¿se permitió que individuos emigraran desde el
Uruguay hacia la Argentina, portando pasaportes uruguayos? ¿Se emplearon esos
mismos documentos para que el ejecutor o los ejecutores del magnicidio
regresaran luego hacia Montevideo y, a posteriori, embarcar hacia geografías
más lejanas?
En cualquier caso, servicios de
información occidentales comienzan a evaluar con seriedad la eventual
participación -directa o indirecta- de personal de inteligencia vinculada al
Ejército Argentino, en esos momentos bajo el control del general César Milani
-íntimo de la ex ministro de Defensa Nilda Garré. En tal hipótesis de trabajo,
el protagonismo central de operativos de la ex Secretaría de Inteligencia
argentina y de la Policía Federal de este país también estarían bajo la lupa,
conforme ya puede certificarse la concreción de una 'zona liberada'entre el 17
y el 18 de enero de 2015.
En definitiva, queda en manos del
gobierno de la República Oriental del Uruguay aclarar -en forma pública y sin
maquillaje retórico alguno- si ciudadanos extranjeros efectivamente dispusieron
de pasaportes uruguayos para cruzar libremente a la Argentina desde Uruguay,
para luego -empleando la misma documentación- regresar a Carrasco y, desde
allí, abandonar el país.
En Montevideo, la opinión
generalizada entiende que tal aclaración no admite mayores demoras; de igual
manera, la oposición política deberá estar atenta a las pistas y demandar las
explicaciones respectivas. Desde acontecido el homicidio de Alberto Nisman y
ahora el del empresario judío en Paysandú, el mundo ha comenzado a mirar con
mayor temor hacia el Río de la Plata.
Todo es posible...
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