Termino hoy la 45ª cumbre del Mercosur en
Montevideo, su declaración pasó inadvertida en Europa y EEUU lo que muestra la
relevancia que tiene este bloque cada vez más político y menos económico en el
mundo.
El canciller argentino Héctor Timerman denunció
al llegar a su país que recibió en la cumbre una lista con 100 políticos y
periodistas víctimas de una red de espionaje internacional.
Timerman comunicó: "Recibí la lista de parte de un
funcionario de un país presente en la cumbre, al que se lo dieron de un tercer
país", no
aclaró cuáles serían los países involucrados.
Entre las personas “espiadas” figurarían el vicepresidente argentino, Amado Boudou y el
ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, ambos del oficialismo.
Recordemos que medios brasileños reportaron la
semana pasada que Estados Unidos había investigado llamadas telefónicas y el
tráfico web en la región. Provocando una declaración
muy fuerte por parte de Dilma Rousseff.
El diario O Globo detalló denuncias de
espionaje en América Latina y, según el periódico, esas sospechas provocaron
reacciones negativas en los presidentes que asistieron a la cumbre del
Mercosur. El poderoso medio es señalado por la oposición y los manifestantes de
servir al gobierno del PT.
Timerman subido a sus pedales declaró en una radio
porteña: "Estamos exigiendo a Estados Unidos que primero dé a conocer lo
que llevó adelante en América Latina, como es el plan de espionaje, y después
que dé explicaciones sobre el caso y pida las disculpas correspondientes"
En este contagio de la forma de gobernar y de
dirigirse a la prensa y el pueblo que aparece en la región, ¿cuánto
falta para que Timerman, CFK o Mujica anuncien que les quieren inocular cáncer desde
Miami?
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