Como salir de un papelón, haciendo el ridículo



Hace unos días comentábamos lo ocurrido con PLUNA, cinco años de gestión de la misma por parte de Leadgate dieron como resultado U$S 301,5: de déficit, una flota de aviones “utilitarios” y lo más importante un socio “capitalista” que compro el 75% de las acciones sin invertir ni hacerse responsable de sus decisiones. Entre los implicados en esta negociación se encuentran las dos figuras máximas del Frente Amplio, partido que gobierna al Uruguay desde 2005, Danilo Astori, actual Vicepresidente y exministro de economía y el expresidente Tabaré Vazquez. Ambos políticos pujaran por la candidatura a la presidencia por su partido. He aquí que uno de los dos tiene serias posibilidades de ser el próximo presidente de nuestro país. A este dúo se le suma el exministro de transporte y Obras Publicas, Víctor Rossi, un exguarda de ómnibus que, casualmente,  aumento su patrimonio al tiempo que adjudicaba obras estatales entre los años 2005 y 20010. Rossi desapareció de la política nacional dejando una cantidad de juicios perdidos por el Estado y  concesiones de obras  cuestionadas.

La situación actual de PLUNA es un ejemplo de corrupción y mala gestión por parte del Estado uruguayo, pero  con una peculiaridad, este problema no cuenta en la “herencia maldita” o sea que no se le puede echar la culpa de lo sucedido a los gobiernos anteriores.

Frente a este escenario el gobierno uruguayo decide lanzar un proyecto que tenía en un cajón. Estos últimos años se viene discutiendo en el parlamento y en las calles el tema del auto cultivo de marihuana y la posible legalización de la venta para consumo personal. En Uruguay el consumo no es ilegal pero la compra si. El día de ayer, el Ministro de Defensa Nacional presento un proyecto que iría al Parlamento.
Este proyecto  que tiene como finalidad, entre otras cosas, bajar el consumo de pasta base (Paco o Crack) y de esa forma bajar la delincuencia creciente en el país. Aquí entraría la legalización del consumo de marihuana.

Lo novedoso, y que ya ha asombrado al mundo, es que Uruguay plantea crear un registro de consumidores de marihuana a los que se le venderían 40 cigarrillos por mes. Estos “clientes” para volver a comprar deberán de llevarle a su ÚNICO PROVEEDOR,  el Estado Uruguayo, las 40 colillas para así el Estado “poder evitar la reventa”. Estamos hablando de un “monopolio estatal” de “producción y distribución” de una droga que en el resto del mundo, a excepción de Holanda, es ilegal.

Me pregunto: ¿quién va a ir a registrarse  para que le vendan cigarrillos de marihuana?, ¿realmente alguien piensa que con devolver las colillas se evita el tráfico?,  ¿con un estado productor y vendedor de marihuana se baja el consumo de pasta base? Un punto importante es que el precio lo podrá el Estado y lo recaudado irá para financiar campañas de rehabilitación de los mismos adictos.

Lejos estamos de aquella propuesta del Premio Nobel de economía Milton Friedman en el “Foro Americano de Drogas” de 1991. La propuesta presentada el día de ayer por el Ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, quedará en la historia, pienso yo dos veces por la misma razón.  Primero por ingenua, al pensar que con esto la gente entraría en un debate nacional sobre la marihuana y se olvidaría de los problemas actuales del Gobierno (Pluna, baja de las futuras jubilaciones por decreto de un 3%, seguridad y huelga de hambre en la enseñanza, por nombrar algunos).  Segundo, también por ingenua, si se considera que con esta propuesta, creando un estado productor y distribuidor de drogas, se bajará la delincuencia y/o el consumo de pasta base.

La junta militar argentina tuvo la osadía de declararle la guerra al Reino Unido, el pueblo llenó la Plaza de Mayo en 1982. Aquí, deberían de saberlo, esto no es posible. El ridículo corre solo por parte del gobierno.

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