Ayer en todo el país se
realizaron elecciones legislativas parciales. La mitad de la cámara de
Diputados y un tercio de la cámara de Senadores fue renovada. Diez años en el
poder del matrimonio Kirchner-Fernández hacía que éstos, los oficialistas,
tuvieran control absoluto en ambas cámaras. El resultado del Congreso con la
votación de ayer es el siguiente, el Kirchnerismo bajó de 40 a 39 Senadores en
un total de 72 y quedó con 132 Diputados en un total de 257. La aplastante
derrota en las principales provincias del país y Ciudad autónoma de Buenos
Aires (68% de la oposición en la Provincia de Buenos Aires) hace que esto sea
solo el comienzo.
Muchos legisladores Kirchneristas
verán que su futuro es el Frente Renovador, movimiento del escindido del
Kirchnerismo, de Sergio Massa, hoy acérrimo opositor. El mercado de pases está
abierto y calculo que en breve la mayoría del Congreso quedará concentrada bajo
el poder de Massa. Esto es una derrota a
medias. La soberbia de Cristina Fernandez de Kirchner recibió un revés importante,
se desmorona su castillo de arena y con él la posibilidad de ser reelecta. El
triunfador de las elecciones es más de lo mismo, ex jefe de gabinete de la
Presidenta usa las mismas banderas y se escucha de fondo la marcha peronista.
En la vereda de enfrente un grupo
de jóvenes dió una batalla mucho más fuerte. La de los principios, porque como
dice mi amigo Lucho: “Hay quienes
observan la realidad tal cual es, y se preguntan: ¿por qué? Y estamos aquellos
que la imaginamos como jamás ha sido, y nos preguntamos: ¿xq no?”
A Pacho, Gime y Lucho porque cada
uno, día a día, desde su lugar, sueña y lucha por una Argentina y una región
más libre para todos.
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