Las economías de los países en desarrollo han comenzado
a enlentecer su crecimiento tras la espectacular recuperación de la crisis
mundial del año 2008. Hoy el mundo en desarrollo crece por debajo de lo
previsto a principios de año. Sus monedas vienen sufriendo fuertes
devaluaciones en los últimos tres meses y sus mercados de valores están cayendo
con fuerza.
Menor crecimiento y aumento de la inflación parece ser
el escenario reiterado en nuestros países. La ausencia de políticas anticíclicas
vuelve a repetirse una vez más. Salvo Chile, en la región no hemos aprendido a
ahorrar en tiempos de bonanza para poder utilizar esos recursos cuando vengan
tiempos malos.
La desaceleración del crecimiento de los BRICS (Brasil,
Rusia, India China y Sudáfrica), la baja de los precios internacionales de las
commodities y una posible guerra en Siria complica el panorama para los países emergentes
que han aumentado el gasto fiscal convencidos de que el aumento del precio de
sus principales productos se mantendría eternamente.
En Sudamérica, las principales economías Argentina y
Brasil vienen sufriendo una devaluación fuerte de sus monedas. El real ha
bajado un 16% y en el caso del peso argentino es mucho
peor ya que solo la diferencia entre el oficial y el paralelo hoy es de un 62%.
La Reserva Federal de los EEUU considera que la
economía de su país está creciendo, por lo tanto decide que va a subir la tasa
de interés. Recordemos que la misma llego a un piso histórico buscando así
promover el consumo interno, pero a su vez alejando “capitales especulativos”
hacía países con tasas de intereses más altas, caso de Sudamérica y el resto de
los países emergentes.
Estos capitales están comprando hoy bonos del Tesoro
de los EEUU a 10 años.
Con este panorama ¿qué es lo mejor para nuestro país?
Nuestros principales productos están bajando su precio y a su vez baja el
consumo a nivel mundial. El flujo de capitales está empezando a mermar. Tenemos
la energía y los impuestos más caros de la región. No tenemos grandes acuerdos
que funcionen para colocar nuestros productos, Argentina socio fundador del
Mercosur no deja entrar productos uruguayos. Apenas logramos firmar un TLC con
México.
No tenemos una educación compatible con el mundo, los
estudiantes de hoy no van a poder competir, ya no con noruegos, coreanos o
ingleses, ni siquiera van a poder
competir en la región. El modelo populista imperante en la zona está creando
una generación de personas sin hábitos de estudio y trabajo. Se pierde la
esperanza y la búsqueda de la excelencia, esto es más ni menos que perder
competitividad.
Es claro que en estos últimos diez años de bonanza no
hemos propiciado las reformas que nos pondrían en camino al desarrollo y lo
pagaremos muy caro.
Comentarios
Publicar un comentario