La ley de amnistía aprobada
por el gobierno de Julio María Sanguinetti en 1985 permitió que José Mujica,
responsable de robos, secuestros y asesinatos en la década del 60, pudiera
salir de la cárcel que lo tuvo preso más de 10 años. Muchos de estos años en
condiciones muy duras. A diferencia de lo que mucha gente cree, sus delitos no
fueron contra el gobierno militar. Fueron contra los gobiernos democráticos
entre 1963 y 1972 y fue
juzgado y puesto en prisión en Democracia.
La cárcel, la amnistía y un país que se reencontraba con la Democracia
le mostraron a Mujica y sus camaradas que el camino para tomar el poder no
podía ser el de las armas. El fin era el mismo, pero el camino utilizado ya no
servía.
Si bien para los Tupamaros las instituciones republicanas son “burguesas” y “el
fin justifica los medios” esto
debería de salir rápidamente
de su discurso hasta el momento en que decirlo no genere repudio. En 1980
el pueblo uruguayo había reclamado por esas instituciones en un plebiscito y
aborrecía la violencia fuera del bando que fuera. El país avanzaba dejando
atrás los tiempos oscuros.
En ese contexto el “Bebe” Sendic señala a Mujica y lo pone a la cabeza de
un movimiento político que sería el brazo electoral del MLN-Tupamaros, el MPP. Con un asesor de campaña, trabajando en silencio, usando los fondos
del MLN José Mujica se fue transformando en “el Pepe”.
Ya hemos hablado de la familia de Mujica y de su pasado Herrerista. Todo
eso quedaba de lado, Mujica viviendo en una de las chacras compradas por el MLN
en los accesos a Montevideo comienza a hablar mal, desalineado y a movilizarse
en una moto Vespa. Este marketing lo hizo llegar al parlamento en 1994 donde
juro el cargo de diputado vestido de campera de jean sin corbata. Empezaba el
camino a la Presidencia. El sector más marginado de la sociedad, que alguna vez
fue defendido por el partido colorado, ahora se sentía identificado con este
diputado que hablaba y se vestía como ellos. Los spot lo mostraban en su Vespa
o un escarabajo viejo repartiendo flores. El pasado guerrillero se fue
difuminando de manera que la
gente creyera que Mujica había estado preso por luchar contra la última
dictadura cívico-militar (1973-1985).
Nacía un idealista y moría un terrorista que había definido a la Democracia
como un instrumento burgués que había que derrocar por la fuerza.
Ministro de Ganadería en el primer gobierno del Frente Amplio, para las
elecciones de 2009 ya contaba con veinticinco años de ser “el Pepe”, un trabajo muy
fuerte de asistencialismo practicado desde el 2005 fue incrementando la masa de
marginales que ahora decidían no trabajar y vivir de los subsidios del gobierno
frenteamplista. No fue difícil
para José “Pepe” Mujica asumir como Presidente el 1° de
marzo de 2010.
El resto es conocido, su personaje se ha vuelto internacional, “El presidente más pobre del mundo”,“Presidente
uruguayo presta residencia oficial para los que pasan frío en invierno”. La
prensa internacional repitió el mensaje del personaje de la misma forma que lo
había hecho el electorado uruguayo.
El 10 de enero Hugo Chavez, también golpista, amigo de Mujica debió
de haber jurado como Presidente de su país. No nos vamos a detener en la
política de este país, en su Constitución ni sus continuas elecciones ganadas
por Chavez. De la misma forma nos hubiera gustado que actuara nuestro
Presidente. El mundo pudo ver al “Presidente
más pobre del mundo” en un
acto partidario, político en Caracas. El pepe que dice que “lo político pesó más que lo
institucional” sin que la
masa lo registre, ahora da discursos proselitistas en plazas venezolanas.
¿Será que tanto José Mujica como el “Pepe” tienen razón?, ¿las Investiduras
democráticas son un invento burgués de explotación?
Preferiría estar equivocado, respeto a la mayoría del electorado de 2009
pero pienso distinto que ellos y creo que esta prensa internacional, quizás sin
quererlo, ayuda a la degradación de los valores democráticos en mi país.
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