Uruguay: el rol del parlamento a partir de la próxima elección.



A menos de un año de la primera vuelta, a celebrarse en octubre de 2019, Uruguay vive intensamente una campaña de cara a unas elecciones que pueden marcar el fin de tres períodos de gobierno de izquierda.

Encuestas, declaraciones políticas, denuncias en la Justicia, aprobación de leyes electorales contra reloj por parte del oficialismo que cuenta con mayoría absoluta, cambiando las reglas de juego y pedido de comisiones investigadoras, están a la orden del día y son tema de portada en los principales medios de este pequeño país.

Todo indica que las próximas elecciones se dirimirán entre el Frente Amplio y el Partido Nacional, que habrá una segunda vuelta y que el partido que resulte ganador no tendrá mayoría absoluta en el próximo Parlamento.

Es a a partir de este escenario que el Palacio Legislativo se convertirá a partir de marzo del 2020 en el centro de todas las miradas y de intensas negociaciones para lograr aprobar las leyes necesarias.

El líder de la oposición y con grandes chances de convertirse en el próximo Presidente de los uruguayos, Luis Lacalle Pou es quien mejor ha visualizado esta situación y ya habla de un gobierno de cuatro partidos. Para Lacalle es imprescindible que los dos partidos tradicionales, mas el minoritario Partido Independiente y el Partido de la Gente, creado en las pasadas elecciones, alcancen entendimientos que puedan darle gobernabilidad al próximo gobierno.

Por años los uruguayos no han prestado atención a las listas de candidatos al Parlamento. “Eso ha llevado a que hoy tengamos sentado en el Parlamento a senadores que escriben con faltas o ni siquiera son capaces de conjugar correctamente un verbo” destacó un conocido analista político oriental.

El Partido Nacional y en especial Todos, el sector de Lacalle Pou viene trabajando en la conformación del próximo Parlamento. Su estructura se basa actualmente en cuatro grupos liderados por los actuales senadores Luis Alberto Heber, Alvaro Delgado, Javier García y del Intendente de Florida, Carlos Enciso, Los tres primeros cuentan con la exposición que les da ser parte del Senado uruguayo. Enciso, en cambio, es la cabeza de un departamento ubicado a 100 kilómetros de la capital y corre en desventaja en cuanto a una presencia permanente en Montevideo. (Ver Enciso,un político que emerge).

Pese a eso en estos días  salió una encuesta nacional en redes sociales donde el 47% de los adherentes al sector de Lacalle, prefieren a Enciso como primer Senador del grupo. Javier García con un 26%, Luis Alberto Heber con 18% y Alvaro Delgado con 9% completa dicha encuesta.

Todos los analistas políticos coinciden en que el próximo Parlamento uruguayo tendrá un rol fundamental y para ello es necesario que lo integren personas con la capacidad y el nivel del caso.

Todo hace indicar que el dos veces Presidente Julio María Sanguinetti y el destacado economista Ernesto Talvi estarán representando al Partido Colorado, que el actual Ministro de Economía, Danilo Astori y posiblemente el actual Canciller, Rodolfo Nin, encabezarán  la bancada del Frente Amplio y que el empresario Edgardo Novick pueda también acceder a una banca. En ese escenario estaría incorporándose también Carlos Enciso, quien ya fuera electo Senador por el sector de Lacalle Pou en las elecciones pasadas pero optara por el gobierno departamental de Florida.

Como va dicho, el parlamento uruguayo tendrá un rol fundamental en la vida de nuestros vecinos del plata. En un país que camina a la recesión económica y fragmentación social se hace necesario una importante presencia de legisladores con fuerte capacidad de negociación. A esto estarían apuntando los partidos de la oposición, especialmente el Partido Nacional.

Thomas Lynch

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