Maduro nos trajo petróleo a cambio de legitimidad – por Felipe Caorsi



Una de sus particularidades de la Constitución venezolana es que en las elecciones nacionales a la Presidencia no se elige vicepresidente. Éste surge de la elección personal del Presidente electo.
El 7 de octubre de 2012 se enfrentan por la Presidencia el Comandante Hugo Chavez y el abogado Henrique Capriles, este último apoyado por un frente unido de oposición al Chavismo. El resultado oficial, cuestionado por veedores y periodistas de todo el mundo dio ganador a Chavez con el 55,07% de los votos.

Al día siguiente designa como Vicepresidente a Nicolás Maduro ex canciller y lo más importante esposo de la abogada que logró el indulto a Chavez en 1994. Recordemos que el Comandante había liderado un golpe de Estado contra un gobierno democrático y se encontraba en prisión.

Enfermo, Hugo Chavez parte a La Habana y pide que en caso de no volver apoyen como jefe del gobierno a su vicepresidente. Esto va contra la Constitución que el propio Chavez había promovido. El resto es sabido, Maduro asume como Presidente Encargado de Venezuela al morir Chavez.
Cuarenta días después se llama a elecciones y estas, en las mismas condiciones, vuelven a ser ganadas por el Chavismo, esta vez representado por su delfín Nicolás Maduro.  El margen sería de 1,49% de los votos emitidos. Henrique Capriles impugna los resultados y pide el escrutinio del 100% de los votos.

Inmediatamente se dan a conocer cifras alarmantes, Venezuela paga diariamente 100.000 barriles de petróleo a Cuba por asesoramiento, el que incluye el software y manejo del mismo para las elecciones.
El CNE accedió a escrutar los votos emitidos en tres ciclos eso finalizaría en un mes. En este escenario el “Presidente” Nicolás Maduro cuya elección está siendo estudiada sale a buscar la legitimidad de su elección fuera de su país. Lo que no tiene seguro de hecho en su país sale a buscarlo en sus “aliados ideológicos”.
Así llego ayer Nicolás Maduro a Montevideo. Fue recibido por el Presidente José Mujica como Presidente de Venezuela. Lo mismo hará mañana en Argentina con Cristina Fernandez de Kirchner.

Las redes sociales se manifestaron en contra y los legisladores de la oposición de Uruguay se negaron a recibir a Maduro hasta que el CNE se pronuncie. En la Plaza Independencia de Montevideo, frente al hotel donde se alojaba Maduro, la gente se juntó para decirle bien firme que no lo reconocen como Presidente. Que a la Presidencia se llega por mandato popular, que las instituciones democráticas se respetan. Al grito de “usurpador” sonaban las cacerolas.

Venezolanos, argentinos y uruguayos hermanados en la defensa de la Libertad le dijeron a Nicolás Maduro, José Mujica y a Cristina Fernández que un presidente se elige a dedo solo en un régimen fascista y no en una Democracia.

El populismo del Siglo XXI ha sabido mantenerse gracias al petróleo venezolano y al know-how cubano. La gente se está dando cuenta de que ese petróleo va para financiar campañas políticas de amigos ideológicos. La inflación, marginalidad, falta de libertad y atraso económico son la otra cara de esta moneda. El pueblo parece que ya se está dando cuenta…

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