"Cuiden el capital" - por Felipe Caorsi


 “Cuiden el capital” dicen que puso Gustavo Basso en una carta que dejó a su familia antes de suicidarse. De ser así, se estaría cumpliendo, la familia de Gustavo Basso, testaferros y sus abogados lo están haciendo muy bien.

Conexión Ganadera fue una construcción de Gustavo Basso quien se asoció con Pablo Carrasco. Ya hemos probado en columnas anteriores que el esquema Ponzi funcionó desde el día uno, o que el dinero que recibía la empresa para comprar ganado y colocarlo en los campos de los tomadores no se utilizaba para ese fin.

Entre los tomadores, el más grande era Hernandarias XIII, empresa de Pablo Carrasco y Ana Iewdiukow. Pero Basso también utilizó otras empresas donde colocar el ganado que se compraba por parte de Conexión Ganadera a nombre de los inversores. Silvia y Gabriel invirtieron en CG comprando animales a nombre de ellos. Estos fueron a parar a distintos establecimientos. Lo cierto es que se encontraron con menos de la mitad de los animales y vientres de los que debían tener. Quiroga adulteraba el SNIG y las guías de los animales, por lo cual en un campo podían figurar más animales de los que realmente había. Con la diferencia, Gustavo Basso prestaba dinero a tasas muy altas, por ejemplo, al Frigorífico Casablanca – Fricasa-, compraba activos, “oportunidades” como ser una empresa constructora para realizar viviendas en Lavalleja, tambos en Florida y propiedades en Punta del Este, por ejemplo.

Estas “oportunidades” eran ofrecidas a inversores que muchas veces ingresaban el dinero en efectivo, o sin presentar el origen de los fondos.

También se utilizaba ganado comprado por Conexión Ganadera para vender a través del Escritorio Basso a Gladenur, empresa que exporta ganado en pie, donde se paga a largo plazo, pero con tasas altas.  A frigoríficos y escritorios, también, ofreciendo ganado a crédito con tasas altas.

De esta forma Gustavo Basso fue creando un imperio, el negocio que había comenzado su padre, prestamista, lo llevó a una escala enorme, tanto que hoy faltan entre U$S 200MM y U$S300MM del dinero que depositaron los inversores. Cifra que no es clara aún.

Conexión Ganadera duró 25 años pagando regularmente por una actividad que realmente no hacía. No era capitalización de ganado en 75.000 hectáreas. Las rentas se pagaban con el dinero de otro inversor o se llamaba a Basso y el ponía lo que faltaba, esto último dicho por Pablo Carrasco.

Carrasco y su esposa han devuelto dos millones de euros voluntariamente de la siguiente forma, un apartamento en Madrid, otro en Punta del Este y efectivo. Dos millones de euros es lo que el matrimonio declaró retirar de CG y que pasara por su cuenta del BBVA de Madrid. El resto de los retiros eran para viajes de trabajo, esto se desprende de sus declaraciones en Fiscalía.

Daniela Cabral, sus hijas Agustina y Candelaria no han entregado voluntariamente un dólar. El delfín de Basso, su yerno Alfredo Rava tampoco. Todos dicen que se enteraron de las maniobras de Gustavo Basso luego de que este muriera. Rava era el segundo al mando del Escritorio Basso, las hijas de Basso tienen a su nombre establecimientos rurales, apartamentos y vehículos que aún no sabemos como los pudieron comprar con sus ingresos. Varios tomadores, no Hernandarias, me han dicho que Basso los “apretaba”, les pagaba apenas lo justo para mantener los animales y que llevaba una planilla paralela a los animales que realmente había en cada establecimiento.

En Hernandarias XIII el ganado declarado coincidió con el ganado encontrado, esto último ratificado por el síndico, Dr. Alfredo Ciavattone. No sucedió lo mismo con Pasfer por ejemplo donde el ganado que se decía tener fue prendado en el BROU y luego vendido por parte del dueño de la empresa, Maximiliano Rodríguez. Otros establecimientos, necesitados del dinero de Gustavo Basso para subsistir aumentaban el ganado declarado según ordenes de Basso o Quiroga. Hemos dado nombres, en columnas anteriores, de personas que deberían de desfilar por Fiscalía y quizás ya ser imputados.

Hubo y hay muchas empresas satélites a Conexión Ganadera, como ser Cuchilla de Silvera o el negocio que manejaban Roberto Bonavoglia y Sergio Bidegain que consistía en conseguir inversores para capitalización en campos de Conexión Ganadera, pagar intereses y al momento devolver el capital dejar de pagar. El dinero iba para comprar parte en ganado y el resto a construir viviendas y según el mismo Bonavoglia también bonos.

Estamos cerca de un año de la caída de Conexión Ganadera y lo único que sabemos es que el activo encontrado ha bajado, que el pasivo ha subido -al menos U$S 100MM-, que los oficios a los bancos en el exterior no han salido y que Daniela Cabral pasará las fiestas en el Imperiale torre I. También tenemos que Pablo Carrasco fue imputado por los delitos de estafa y lavado de activos estando con prisión en Punta de Rieles, y que lo mismo le espera a su esposa Ana Iewdicow a partir de la audiencia del 29 de octubre. Premios consuelo para inversores que dejaron todos sus ahorros, con personas que vendieron su casa y la invirtieron, con jubilados que complementaban sus ingresos con la renta de contratos de engorde de terneros, con padres que tienen que pagar tratamientos para sus hijos. Los tiempos que maneja el Estado son distintos a los tiempos de los estafados. Las responsabilidades, los cambios en el valor de los bienes encontrados también difieren con lo que la gente ve o sabe.

En la foto se ve el deposito de un inversor a Conexión Ganadera en la cuenta de Gustavo Basso, no de la empresa, ya en el año 2021.

Felipe Caorsi

Fuente: LA MAÑANA

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