"El miedo no ha sido nunca un buen consejero, ni en nuestras vidas privadas ni en nuestra sociedad "


Con estas palabras se desprendía de sus emociones la Canciller Alemana Angela Merkel cuando dio una lección sobre valores cristianos en Vienna en Septiembre del año pasado[i]. Palabras sabias para momentos donde la Unión Europea lucha en varios frentes por mantener su integración cultural, su libertad de movimiento, y principalmente su razón de ser. Hace poco comparaba los acontecimientos en Europa, luego del Brexit a lo que sucedía pre Primera Guerra Mundial[ii], uno de los elementos analizados muy en la superficie, era el racismo. Ese elemento siempre presente en la cultura europea, lamentablemente desde su concepción histórica como territorio plagado de distintas culturas en un espacio geográficamente mucho menos amplio que nuestra Latino America.

Si bien en toda sociedad hay elementos que poseen por antonomasia un arraigo muy fuerte a los conceptos de Patria y Nacionalismo, Alemania ha sabido luchar contra ellos luego de haber gestado en su seno, uno de los regímenes Fascistas y Genocidas más grandes de la historia de la Humanidad. Esa vergüenza que sienten la mayoría de los alemanes en mencionar las palabras, « Mütterland » (madre patria), « Nazionalism » o incluso « Vaterlandsliebe » (Patriotismo), mucho menos hablar de « Rasse » (raza), tiene en su capa más íntima, la vergüenza de haberse sentido los malos de la película por mucho tiempo. Hitler supo aprovechar la crisis económica que azoto a su país en la post-guerra luego del tratado de Varsovia, para enfocar su ira contra ciertos grupos étnicos, acusados de contribuir a la crisis Alemana. Pero hoy, Merkel, siendo mucho más diplomática, y mucho menos compulsiva que el esquizofrénico de Adolf, sabe que ese no es el camino a seguir. Luego de una semana de ataques en su propio país, tres de los cuales han sido cometidos, por solicitantes de Asilo, ella sabe mantener la compostura, y no solo eso, sino mostrar al resto de Europa como se maneja una crisis. Si su discurso fuera distinto, estaríamos seguramente viendo en las noticias el resurgimiento de una nueva etapa del Fascismo en Europa.

Merkel no solo debe lidiar con el terrorismo en tierras germanas, ahora debe negociar con el Reino Unido las siguientes etapas de su salida de la UE, y más acuciante, debe mantener la compostura frente a los arrebatos a la Democracia de su, actualmente, mayor socio frente a ISIS y a los refugiados, el presidente Turco Erdogan. Este último luego de un intento fallido de Golpe de Estado por elementos militares, se ha tomado la prerrogativa de declarar un estado de emergencia, que le ha permitido capturar, y por lo tanto silenciar, a varios miles de « disidentes »[iii], cerrar decenas de centros informativos de la oposición, y de impulsar con el apoyo de las cámaras, la vuelta a la pena de muerte. Y no hay lugar a dudas, Erdogan está respaldado por Europa, que no tiene otra que quedarse callado y asistir al show de su colega en fechorías, Erdogan. Si no fuera por Turquía y su cierre completo de fronteras hacia Europa, hoy no habría un millón de refugiados en Alemania, quizás habría dos.

La política internacional es así, brutal con los enemigos a los intereses nacionales, diplomática con los neutrales, y benévola con sus colaboradores en el mundo, Merkel no puede decir ni hacer nada, más que quedar callada y mantener sus emociones debajo de su cara germánica. Si no quiere que la situación de Alemania empeore con respecto a los refugiados e inmigrantes, Erdogan debe tener carta libre, para que quede contento, porque hoy se nota que no tiene ningún reparo en hacer lo que se le da la gana.

No es una mujer de muchas palabras, no es Obama con su elocuencia y su exquisito hablar, pero nos da nuevamente una lección de cómo enfrentar los peores momentos que vive Europa de Post-guerra y Post-Era Soviética, nos ensena que incluso ella sabe que los miedos no son buenos consejeros, y que hoy el país que supo destruir un día Europa, vuelve a demostrar su poderío, pero esta vez para intentar mantenerla unida.
No hay dudas que Europa se está desmoronando, la gente tiene miedo, y el miedo no es buen consejero, como me gusta repetir en mi vida privada, « Cuidado con el miedo, porque al miedo le gusta robar los sueños »

Marcos Benitez Rubianes
Corresponsal en Europa




[i] http://gatesofvienna.net/2015/09/angela-merkel-lectures-germans-about-being-good-christians/
[ii] http://www.sherpan.com/2016/06/bretones-europeos-no-more-por-marcos.html?view=mosaic
[iii] https://www.theguardian.com/world/2016/jul/23/turkey-coup-arrests-erdogan-witch-hunt

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