11 de setiembre de 2012



El fin de la segunda guerra mundial presento oportunidades de libertad para el norte de África. Desde 1912 Libia había sido colonia Italiana y para 1951 pasa a ser un reino independiente de cualquier injerencia extranjera.

El 1° de setiembre de  1969 se da una Revolución que derroca al único Rey de Libia, Idris I. El nuevo líder sería el Coronel Muamar El Gadafi quien implantaría hasta el 2011 un gobierno socialista que expulsa las bases militares occidentales y nacionaliza la explotación de su petróleo.

Los partidos políticos estaban prohibidos y el Islam era la religión oficial. La Libia de Gadafi se vio envuelta en atentados terroristas, recordemos el vuelo de Panam que viajaba de Francfort a Nueva York y varios atentados en EEUU que fueron adjudicados a ciudadanos Libios.

A principios del 2010 se produce la primavera árabe en el norte de África. Para el 2011 una parte de la población de Libia se levanta contra el régimen de Muamar el Gadafi mientras otro segmento mantiene su apoyo.  Según la prensa internacional el dictador Gadafi reprimía las manifestaciones mediante mercenarios y ataques aéreos, aunque tales ataques aéreos contra la población civil no han sido objetivamente probados.

La ONU hace una estimación de más de 2.000 muertos civiles a manos del régimen, y emitió la Resolución 1970 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y solicita una investigación internacional sobre la violenta represión que podría incluir crímenes de lesa humanidad. La Coalición Internacional contra los Criminales de Guerra contabiliza además 3.980 heridos y al menos 1.500 desaparecidos.  La "liberación" de Libia se celebró finalmente el 23 de octubre de 2011, ya con Gadafi muerto. Se anunció que se formaría un gobierno de transición en un mes.

El Consejo Nacional de Transición es un cuerpo político que se formó para representar a Libia por las fuerzas anti-Gaddafi durante la Rebelión en Libia de 2011. El 5 de marzo de 2011 el consejo se declaró ser el "único representante de toda Libia". En octubre de 2011 había sido reconocido ya por 100 países, incluyendo a Francia, Alemania, Italia, Qatar, CanadáTurquía y luego EEUU y Reino Unido. El 16 de septiembre, la ONU reconoció oficialmente al CNT. El consejo formó un órgano de gobierno provisional, el Consejo Ejecutivo, el 23 de marzo de 2011 con Mahmoud Jibril como presidente.

El día de ayer, aniversario del ataque al World Trade Center de Nueva York, “fuerzas simpatizantes con el antiguo régimen” según el Viceministro del Interior del Oriente de Libia, saquearon e incendiaron el Consulado de los EEUU en Bengasi. Resultado de esta “maniobra” terrorista fue la muerte de Chris Stevens, embajador de EEUU en Libia y tres funcionarios más entre los que se encontraban dos oficiales que habían ido a evacuar a los civiles.

La excusa sería el estreno el año pasado de una pelicula realizado por Sam Bacile, judio estadounidense, en la cual se afirma que el “Islam es un cáncer”.  Desde Julio de este año se pueden ver en Internet partes que muestran a un Mahoma traficante y corruptor de menores.
Aquí hay varias cosas a tener en cuenta, la muerte de cuatro personas no se justifica jamás. Un acto cobarde realizado en un consulado  extranjero debe de ser repudiado por todos los países  democráticos del planeta. En una democracia todos somos libres de expresarnos y por más ofensivo que fuera un video este no justifica la muerte de un ser humano.

Si bien respeto todos los cultos y religiones creo que es tiempo de revisar que es lo que está sucediendo con los fanatismos religiosos. África y Medio Oriente han sido victimas de enfrentamientos sangrientos que llevan hasta hoy más de cinco siglos. Hay países donde las mujeres no tienen derechos, donde la muerte se justifica religiosamente y se premia con mujeres vírgenes y riquezas en el paraíso.

Las culturas Islámica y Hebrea buscan la paz y la armonía. Judios y árabes conviven en varias ciudades. Es tiempo que los pocos beneficiados de estas guerras dejen de mandar en la zona.

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