¿Por qué siguen fracasando las políticas públicas sociales?
A partir del año 2013 en Uruguay, en el marco de las políticas de salud sexual y reproductiva, se llevó adelante el programa de anticoncepción reversible de larga duración cuyo propósito central era el de “Disminuir embarazos no planificados y maternidad temprana "y entre sus metas están “disminuir la interrupción voluntaria del embarazo”, “disminuir la alta fecundidad y aumentar el período intergenésico en los sectores de muy alta fecundidad“.
El diagnóstico previo nos presenta que existen altas tasas de fecundidad adolescente (de cada 1000 embarazos, 58 se dan en mujeres que tienen entre 15 y 19 años) y que el 60 % de ellos no fue planificado, donde solamente el 30% declara utilizar preservativos.
Se invirtió en una canasta anticonceptiva gratuita para mujeres de entre 14 y 24 años presente en salud pública y en prestadores privados de salud, se realizó una importante campaña de educación sexual sobre los métodos anticonceptivos de larga duración y se trabajó en la capacitación y distribución de los artículos.
Cuatro años después de iniciada la misma, el propio Ministerio de Salud Pública, evaluando los resultados nos indica que “subsidio no produce mayor uso en la población objetivo, aunque si aumenta su uso en la población sin riesgo” y “los efectos no son relevantes para la población objetivo, generando comportamientos no deseados y contribuyendo a otras metas pero no a la meta definida”
Hay datos socioeconómicos que no podemos ignorar y cortan transversalmente a esta población.
- La maternidad adolescente de acuerdo a los datos del censo 2011, nos muestra que en Uruguay una de cada cinco adolescentes con dos o más necesidades básicas insatisfechas, son madres. En Montevideo también la desigualdad entre barrios es destacable, por ejemplo en Carrasco los embarazos adolescentes tienden a cero mientras que, en Casavalle hay un/a Hijo/a cada 5 adolescentes.
- En el año en que comienza esta política pública el 31% de las madres de entre 15 y 24 años son pobres.
- En la actualidad, el informe que presenta el MSP en 2019 muestra que efectivamente disminuyo el embarazo adolescente acompañando el descenso de la natalidad total (en 2018 se registraron 2897 nacimientos menos que en 2019) con una leve intensificación a la baja, hoy son 36 nacimientos por cada 1000 mujeres de entre 15 y 19 años.
Primero considero que los y las adolescentes si se planifican, si comprenden los efectos de sus acciones, y en el caso de la maternidad, como dicen Badinter y Knibiehler (Palomar (2005), sus acciones estarán determinadas por las necesidades de un grupo social específico y una momento determinado, (…) la maternidad es una construcción cultural.
Es muy probable que la planificación de ciertas poblaciones, a los ojos de otros grupos sociales que analizan sus comportamientos, no exista. Esto responde más a la construcción del observador, a cuáles son sus prioridades, a como le parece que debería actuar cierta persona de acuerdo a su edad, o a su contexto socio económico, que al individuo sobre el que estamos diseñando una política pública.
Comprender porqué los jóvenes proyectan su vida de una forma, y de qué manera se ven a sí mismos, puede hasta hacernos relativizar la necesidad de un subsidio, que termine ayudando a bajar el costo de vida de una población que no lo necesitaba, porque previo a la política ya estaba decidido postergar la maternidad hacia la edad adulta. Por eso es importante reconocer identidades culturales, referentes territoriales y generacionales, para dar un enfoque más comprensivo y que los planes sociales sean realmente una ayuda y no sea una imposición social, de un grupo sobre otro.
En el ámbito de las políticas públicas a nivel nacional, leamos la historia de nuestro país, y de nuestro continente pensando en esto y en lo que afirmó recientemente la ONU "El embarazo adolescente es una fábrica de pobres en América Latina" y pensemos si éstas desigualdades principales, que nos siguen condenando a la dependencia económica fueron realmente económicas, o fueron culturales desde sus inicios.
Enlaces:
https://uruguay.unfpa.org/sites/default/files/pub
pdf/Estrategia%20de%20prevencion%20del%20embarazo%20no%20intencional%20en %20adolescente.pdf
Muy buena informacion.
ResponderEliminarHay que seguir reforzando la campaña de educación sexual sobre los métodos anticonceptivos y el trabajó en la capacitación y distribución de ellos. Tambien como sociedad quitarnos el tabú del que dirán, porque aveces esto ademas de provocar un embarazo indeseado también puede traer otras consecuencias como un VIH, o VPH, entre otras enfermedades.
Y el apoyo del nucleo familiar es muy importante, en mi opinión es la raíz.
Un texto muy valiente y directo. Si los embarazos de estas jóvenes, que conducen a la pobreza -o hacen imposible salir de ella, son una cuestión cultural o educativa, debería hablarse de ello de forma tan abierta y crítica, pero también sencilla, como en este artículo. Si estos jóvenes ven la paternidad temprana como la norma, no entran en el análisis demográfico y económico. No piensan en las consecuencias porque esta es la realidad que conocen cada día. Aplaudo al autor por abrir los ojos a los jóvenes.
ResponderEliminarExcelente artículo.
ResponderEliminarCreo que también habrá que reforzar esto en algunas instituciones como el inau, en mi opinión y experiencia como "familia amiga". Hay niños ahí desde que nacen y falta mucho de este tipo de educación, no los preparan para el día que tienen que dejar la institucion, carecen de muchas cosas y educación sexual es una de ellas