PRODUCIENDO A VICTOR HUGO MORALES - Por Benjamín Beltrán




Víctor Hugo Morales (Cardona, Uruguay, 26 de diciembre de 1947) no necesita presentación. Controvertido periodista, locutor y relator de futbol, devenido en los últimos tiempos en vocero oficial del gobierno K, está hoy en el ojo de la tormenta de todos los argentinos. Y también de los uruguayos.
Mucho ha cambiado desde que comenzó, en 1966, a los 19 años, a trabajar en Radio Colonia. Mucho ha cambiado también desde que dejó Radio Oriental, en Uruguay, para cruzar el charco e instalarse en Buenos Aires, en 1981, donde comenzó a trabajar en Radio El Mundo.
De aquel tímido muchacho del interior del Uruguay a este presente ha corrido mucha agua bajo el puente. Sus estrechos lazos con la dictadura uruguaya, jugando al futbol y cenando en cuarteles donde estaba arrestada la hermana de su líder político, su salto de la oposición a vocero K, libros a favor y en contra, peleas con colegas, su estrecha amistad con Maradona y su generosa disposición a trabajar por la revolución bolivariana son algunos de los ejemplos que lo destacan. A ello debe agregarse su lujosa vida con departamentos en Nueva York y Paris, colecciones de arte, su amor a la ópera y más que nada su amor al dinero.
Su ejemplo de poner el señalero a la izquierda pero doblar a la derecha, de presentarse como izquierdista pero llevando una vida de burgués ha sido seguido al pie de la letra por las personas que lo rodean, especialmente dos de sus productores que lo defienden a capa y espada y a los que VHM ha reconocido abriéndoles las puertas de las Madres de Plaza de Mayo para llevar adelante distintos negocios que les han permitido engrosar sus bolsillos. Siempre jugando a la izquierda pero sin moverse de la derecha.
Su principal productora es uruguaya. Se llama Fabiana Segovia. De armas tomar es quien realmente manda y a quien obedecen ciegamente. Es VHM en versión femenina. Su otro productor, Daniel Narezo Roig, es de perfil más alto, gusta de la buena vida y de mostrar el nivel que lleva. Siempre un paso atrás de Segovia.
Los dos se muestran siempre juntos. Pasaron los últimos apagones, de enero pasado, juntos en el Caribe con días alocados de alcohol y diversión. Lo mismo hicieron durante el último mundial, en Brasil, trabajando para el programa De Zurda, disfrutando cada minuto libre como si fuera el último. Se muestran siempre abrazados y sonrientes aunque su amistad es platónica. Segovia ha tenido varias relaciones en los últimos años en tanto que a Narezo no se le conoce ninguna luego de su escandaloso divorcio que termino cuando su ex esposa lo echo de su casa, aunque se dice que habría tratado de arrastrarle el ala a la hija de su jefe.
Han trabajado juntos en diferentes proyectos desde la época de Alejandro Dolina. Al tiempo que Narezo termino mal con Dolina, juicio mediante, Segovia se acercó a VHM convirtiéndose a través de los años en su productora estrella.
Son además socios, desde el año 2011, del bar Perón-Perón, en pleno Palermo Hollywood , por donde desfilan ministros, funcionarios, voceros y militantes K. Narezo aparece como “el propietario” del bar, aunque aparte de Segovia, también es dueña María Laura Anselmi y hay quienes arriesgan que allí hay dinero del Vicepresidente Amado Bodeau, íntimo amigo de Segovia y admirado por Narezo.
Más allá de su imagen de ejecutiva, vinculada al poder y persona de confianza de VHM, Segovia tiene en su haber un sonado caso de prostitución de lujo en Gabón, país al que ha reconocido visitar varias veces. Segovia fue denunciada por Ivette Santa María, una ex Miss Perú que fue contratada por Segovia para participar en un concurso de belleza en la ex colonia francesa, Miss Humanity, aunque el verdadero fin era el de presentarla como dama de compañía al entonces presidente del país, Omar Bongo.
A su llegada a Gabon, Segovia le dijo que el presidente deseaba verla, pero sola, dejando fuera a su novia que había viajado con ella. En el palacio presidencial, Bongo la invitó a entrar en su dormitorio, tratando de mantener sexo con ella.
Santa María acusó a quienes la contactaron por Internet de "engañar cruelmente" al mandatario gabonés y a ella misma sobre su estadía en Gabón. Culpó a la uruguaya Fabiana Segovia y al gabonés Patrick Etho quienes habrían querido congraciarse con Bongo.
La participación de Segovia en este affaire nunca termino de aclararse y se ha perdido en la nebulosa.
Por su parte, Daniel “El Gordo” Narezo administra el bar de las Madres de Plaza de Mayo, denominado “El Revolucionario”, donde en las últimas semanas recibió la visita de los inspectores de la AFIP.
El Gordo” ingresó al entorno de Hebe de Bonafini gracias al escándalo de los hermanos Schoklender. Narezo también ha tenido una compleja relación con su padre quien debió irse de la Argentina e instalarse en Paris por serios problemas familiares.
Logró hacerse cargo del bar, en Hipólito Yrigoyen 1584. Para eso creó la SRL El Revolucionario, junto a Fabiana Segovia. El año pasado, Narezo tomó el control de la Radio de las Madres, en reemplazo de Pedro Lanteri, un hombre de Gabriel Mariotto.
Narezo es fiel representante de decir una cosa y hacer otra. Vive a gran nivel, viaja por el mundo, maneja una camioneta 4 x 4 y paga la matrícula de un colegio privado inglés para su primogénito.
Con casi 50 años, desalineado, gruesos anteojos, pulseras, anillos, tatuajes, caravanas y playeras de organizaciones terroristas, se le distingue a la distancia. Suele viajar al Uruguay, tanto a las termas cercanas a la frontera argentina, como a Montevideo, donde se aloja en uno de los mejores y más caros hoteles de la capital uruguaya y cuya presencia causa siempre malestar a los funcionarios de ese establecimiento, tanto por su imagen como por su estilo prepotente y ordinario.
Narezo está aprovechando sus últimos tiempos como empresario K. Sabe que Hebe es una anciana delirante pero la obedece en silencio. Por algo se ganó el título del nuevo Schoklender.
Mientras tanto la dupla Segovia-Narezo sigue disfrutando de la buena vida, de sus contactos en el gobierno K y de los negocios que allí se presentan. De lo que no hay duda es que quien manda en Segovia. Mientras, Narezo obedece como un buen perro faldero.

Benjamin Beltrán

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