Educación revolucionaria - por Andrés Massaroni y Rodrigo Grieco



Porque el conocimiento está en constante evolución y quizás todos nosotros alguna vez hemos reflexionado sobre las mismas cosas, pero no lo exteriorizamos tan seguido, es que nace esta columna.
Vivimos en una sociedad donde hay dos instituciones fuertemente establecidas a lo largo del tiempo y las cuales han formado todo lo que corresponde a nuestra cultura, y los valores que se priorizan y se presumen compartidos por todos.
Si tomamos por ejemplo un siglo, podemos ver como esas dos grandes instituciones, la familia y la escuela han sufrido cambios y una pérdida de poder y legitimidad extrema, en este caso nos referiremos principalmente al ámbito educativo donde el sistema escolar además de formar al individuo en los principios de relacionamiento con sus pares y su entorno, reafirmando las normas de conducta era considerado el único método para acceder a los objetivos de bienestar y desarrollo que èl se proponía, donde se confiaba en sus métodos didácticos y se le creía la única y legitima forma de educarse y ser un ser social. En el presente la gran decepción de nuestra sociedad se basa en la caída de este paradigma, esa verdad universal que motivaba a las familias a creer en la educación y a los jóvenes a ir por su voluntad, por el afán de crecer educativamente, hoy no lo está y en un mundo global e informático los cuestionamientos son cada vez mayores...En nuestro país son más los jóvenes que se alejan de este sistema, que los que logra “producir “ es decir que salen del sistema educativo con un titulo, una carrera, un trabajo. El costo que este sistema tiene para nuestros bolsillos es enorme, generando personas con una educación insuficiente para aportar al desarrollo del país. También tenemos que los costos emocionales de frustración, que generan en quienes quedan por el camino, luego transmiten un mensaje pesimista sobre la educación formal y posicionándose en actividades de trabajo físico y manual que lo dejan más vulnerables frente a inestabilidades económicas. Estos sujetos se vuelven rencorosos con la sociedad al ver que otros si lograron avanzar en esa estructura, muchas veces no por talento sino por oportunidades.
La educación insume una premisa básica para funcionar y es la motivación por aprender, si queremos que el joven se interese debemos darle algo que lo seduzca. Por ejemplo ¿porque los juegos electrónicos son tan atractivos y el libro o la fotocopia no lo son? La presentación del juego es mucho más llamativa, e inhibe el fracaso, siempre podemos volver a empezar, nunca dejamos de crear y darle a nuestra actividad nuestro potencial nuestro perfil; debemos salir del modelo de escuela biblioteca al modelo de escuela laboratorio, donde nos basemos mas en cosas prácticas y se aprenda en la realidad. Esta mentalidad dista en gran manera de la forma de aprender basada en la memoria y el tipo de conocimientos que el sistema educativo nos demanda. El video juego además parte de la premisa de que el conocimiento está en constante evolución por lo que va cambiando y desarrollándose como lo hace la vida misma, que vertiginosamente avanza sobre lo ya creado, lo sentimos parte de nuestro mundo. Además de todo esto, el acceso a la información gracias al internet es mucho más rápido, inmediato y universal, sobre un tema podemos acceder a X cantidad de autores como queramos y eso nos da más oportunidades de desarrollarnos, el acceso a la información no es solo en el aula, y ese es un problema, ya podemos contrastar las versiones que son emitidas por los educadores y los planes de estudios, con información seleccionada y quizás mas actualizada que los libros y textos que se manejen en las instituciones, la educación debería ir por el sendero de brindar los caminos para acceder a esa información, la forma de depurarla y procesarla , desarrollar criterios propios, de selección, pero dejando al individuo motivado por su afán de investigar, y crear, “crecer jugando” desarrollar sus propias tesis y posiciones sobre los temas que le involucre en ese proyecto.
Es falsa la posición de que la computadora aísla al individuo y lo distrae, ya que a la hora de estudiar, al estar frente a una base de datos tan enorme es como volver a la educación particular del renacimiento, con los profesores pupilos, dejando atrás el concepto industrial de escuela que tenemos hoy día, donde nos agrupan por edad, simulando la fecha de ingreso al sistema, donde para cada uno hay el mismo tiempo dedicado y donde el mensaje se reparte en forma masiva, eso no está bien, no todos aprendemos al mismo tiempo las mismas cosas y el intelecto se desarrolla en forma única, ademas gracias al boom informático el 96% de nuestra población tiene acceso a internet y a un computador, eso nos brinda una increíble posibilidad de acceder individualmente a información interactiva, en forma audiovisual, en forma escrita y hasta a consultas y foros con educadores nacionales e internacionales, la herramienta esta, solo falta dar el paso para integrar las nuevas tecnologías a lo existente, por eso opinamos que nuestra educación debe evolucionar a lo que se conoce como “Educación Líquida”, esto asume movilidad y una estructura tal que permita adaptarse constantemente a los cambios de la sociedad. Pero este sistema implica un reto importantísimo ya que presupone la abstracción a la estructura misma y modificar ésta, requiere un compromiso de la sociedad toda, ahora ¿Como individuos estamos dispuestos a cambiar las formas con las que nos hemos construido como sociedad durante décadas? De nuestra generación depende esta revolución…

En la foto: Escuela primaria urbana en el Uruguay de 1939, archivo nacional SODRE

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