Guerra de las malvinas, el dolor que no cicatriza



El 2 de enero de 1833, la fragata de guerra británica HMS Clio, al mando del capitán John James Onslow, llegó a las Islas Malvinas y comunicaba al jefe argentino que iba a tomar posesión y  soberanía de las mismas en nombre del rey  Guillermo IV de Inglaterra. El capitán de la goleta Sarandí, José María Pinedo, no se consideró en condiciones de resistir y optó por embarcar a sus hombres y retornar a Argentina. Al día siguiente desembarcaron las fuerzas británicas, izaron su pabellón y arriaron el que había dejado Pinedo, el imperio británico estaba decidido a mandar en "el fin del mundo".

De ahí en adelante el Reino Unido pobló las islas, estimulo el comercio de las mismas con la metrópolis y demás colonias, desarrollo la pesca, la ganadería, agricultura y la búsqueda de petróleo. Las Malvinas dejarían de existir para que nacieran las Falkland Islands. En 1975 los británicos promovieron una serie de reformas económicas y políticas que incluyeron una reforma agraria. Esto llevo a las Falklands a tener un desarrollo y nivel de vida de primer mundo.

El 2 de abril de 1982, 149 años después, en lo que se denominó "Operación Rosario", en honor a la virgen del Rosario, un grupo de tropas de élite de la Armada argentina desembarcó y tomó el control del archipiélago.

La plaza de mayo y la prensa local festejaban el triunfo y la recuperación de la soberanía argentina en el archipiélago.

Un mes después, el submarino nuclear HMS Conqueror hundió, fuera del área de exclusión, al buque crucero General Belgrano, hecho que es considerado, hasta el día de hoy, como un crimen de guerra. Dos días después los aviones argentinos hundían al Sheffield y la prensa local vaticinaba un triunfo sobre el poderos ejército británico.

El 13 de junio de 1983 las tropas argentinas se rinden.

La crueldad del clima, el hambre y la diferencia en los recursos con respecto a los británicos hicieron que los soldados argentinos debieran de abandonar las islas. Los habitantes festejaban que se había terminado la “invasión”. La brecha que separaba a los argentinos de los kelpers se haría enorme para siempre.

La derrota produjo la renuncia de LeopoldoGaltieri, reemplazado por Reynaldo Bignone, quien  convocó a elecciones para el 30 de octubre de 1983, de donde saldría el primer presidente democrático luego de siete años de dictadura.

El resultado de esta guerra fue: 649 muertos, 1300 mutilados y 350 ex combatientes que se suicidaron. Difícil lugar para aquellos que dieron todo por defender su país, ellos no eligieron las razones. El dolor de los veteranos y sus familiares, como el fantasma de Hamlet padre, no parece haber encontrado aún su lugar.

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