Conferencia de Ricardo López Murphy en la ciudad de Montevideo
Está el debate del Uruguay sobre adónde debe
apuntar el país, si al Mercosur o a la Alianza del Pacífico. ¿Qué opina usted
al respecto?
Es natural que haya una preocupación con la
Alianza del Pacífico, primero porque son los países con mayores tasas de
crecimiento. Creo que el liderazgo lúcido en Uruguay tendería a apuntar a lo
que crece, y no a lo que no crece. En segundo lugar el dinamismo de esa zona
del mundo es muy elevado. No es solo altas tasas de crecimiento, sino los
cambios en la infraestructura, en la tecnología, en el capital humano, a nivel
educativo. Uno se pone a competir con los que sacan las tasas más altas en
PISA, que no son los americanos, son los chinos.
Ahí hay dinamismo, en la zona del Mercosur se
observa una parálisis. Una parálisis de comercio, de iniciativa, de
imposibilidad de llegar a acuerdos con la Unión Europea, ni digamos con los
países de Asia, ni está en la agenda.
Entonces, frente a esa parálisis que genera el
Mercosur, el fuerte enlentecimiento de Brasil, para no decir la crisis que
tiene Argentina, me parece lógico que miren al Pacífico. Además es muy
complementario a los recursos naturales del Uruguay.
O sea, ¿quién consume los recursos naturales
del Uruguay? El Pacífico.
¿A dónde vendería usted? ¿A dónde no le
compran?
Entonces, ¿Uruguay tiene que mirar al Pacífico
y dejar el Mercosur?
Creo que en el Mercosur hay una situación
bastante crítica, hay conflictos por doquier, por más que la diplomacia
uruguaya trate de encontrarle una salida, yo los comprendo, parece inteligente
hacerlo, pero los conflictos están todos los días. Si deja un micrófono abierto
usted lo descubre con toda velocidad.Usted ha repetido que el modelo argentino se sustenta en la soja, ¿en el caso de América Latina también?
Un poco también, es cierto que América Latina
disfrutó de condiciones excepcionales en los precios. Sin duda que el cobre en
Chile y en Perú ha tenido gran importancia, como los precios han tenido gran
importancia en Ecuador y Venezuela. Como esa combinación de precio de la
energía, commodities y bajas tasas de interés ha ayudado a Brasil y Uruguay.
En el caso de Uruguay hubo una acumulación de
otros factores, por ejemplo acá vinieron grandes inversiones directas de
excepcional importancia que maduraron en estos años de política. Fue una
continuidad de todo el desarrollo forestal, de toda la cadena de valor, y ahí
se fue acumulando una masa de inversiones descomunal.
¿Cómo ve la situación económica de Uruguay?
Brasil y Uruguay son países que han sido
razonablemente prolijos, que han aumentado mucho la inversión extranjera, que
han logrado el grado de inversión, que han hecho manejables sus deudas, que
habían sido un drama en su historia. Me da la sensación que Uruguay, y sobre
todo Brasil, están muy afectados por el atraso cambiario. La apreciación
brasileña está en un proceso muy complejo de reestructuración y eso va a
afectar a Uruguay.
¿En Uruguay también hay atraso cambiario?
Los precios en dólares en Uruguay son mucho más
altos que en el pasado. Me da la sensación que hay un déficit en cuenta
corriente importante, acompañado de un proceso de inversión importante, pero
también un nivel de endeudamiento que no es consistente con este ciclo. Yo
estaría muy tranquilo con Uruguay si no tuviera el déficit que tiene, sobre
todo porque está disfrutando condiciones muy favorables.
¿Cómo ve la situación de la economía
latinoamericana y sus retos de cara al futuro?
Es un continente que tuvo una performance muy
buena, es decir, tasas de crecimiento muy altas en relación a su historia, en
momentos en que ha logrado abatir la tasa de inflación. Este continente tenía
tasas de inflación en promedio de 250% y ahora tiene tasas promedio de un
dígito.
Entonces mostró un crecimiento acompañado de
una recuperación de la clase media. Me parece que eso vino acompañado por
circunstancias económicas enormemente favorables como fueron los excepcionales
precios de las commodities, las tasas de interés bajas, y el propio clima de la
región que lo subestimamos, pero es un área de paz, un área donde no ha habido
conflictos severos y eso ha potenciado el crecimiento.
Ahí aparecen los dilemas, las circunstancias
esas que dieron lugar a tal expansión en mi opinión se han agotado, porque el
impulso ya se incorporó, no es que se vaya a caer. Vienen años más trabajosos.
“Uruguay ha acumulado gran prestigio”
Una de las cosas que señaló es la
productividad. ¿Por dónde va eso?
La productividad requiere básicamente aumentos
de capital. La nueva tecnología viene embebida en los nuevos bienes de capital.
No es que viene del cielo. Viene en las nuevas computadoras, en los nuevos
tornos digitales, en las nuevas logísticas. Y eso tiene mucho que ver con el
ritmo de inversión, tiene mucho que ver con la infraestructura, tiene mucho que
ver con las reglas que permitan la creación de empresas.
Hay un problema de capital humano, de
infraestructura, de inversión, de reglas de juego, de previsibilidad,
probablemente en esto último Uruguay ha acumulado un gran prestigio porque
acumuló gobiernos de tres fuerzas políticas y a nadie se le ocurrió hacer una
barbaridad. O sea, no es que el gobierno ha estado solo en un grupo político,
van tres y siempre hubo un respeto a las reglas del juego, lo que le da un
margen importante.
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