Pluna y el remate



El 1ero de Julio de 2007 por recomendación de Danilo Astori (actual Vicepresidente uruguayo), Víctor Rossi (Ministro de Transporte de la época, hoy retirado y sin poder justificar su patrimonio) y Fernando Lorenzo (actual Ministro de Economía), PLUNA (empresa estatal) se asocia con Leagdate Investment. En función del contrato firmado, el Estado uruguayo debió aportar 28 millones de dólares para dejar a la empresa con patrimonio positivo y además, salir de garantía para la compra de los nuevos aviones. Ambas cosas se hicieron. El gobierno uruguayo conseguía un socio “capitalista” que no aportaba capital ni compartía riesgos. El resultado es sabido, Leadgate abandonó el país dejando a PLUNA con un pasivo superior a los U$S 320 millones y con un contrato firmado con el Estado uruguayo por le cual éste no le podía hacer juicio.
Tres meses después se decide por parte del Estado rematar los aviones de PLUNA para poder así pagar las deudas ocasionadas por la compra de los mismos. Se necesitaban U$S 137 millones para pagar los créditos del Scotiabank. Se encontraban varios interesados, el Grupo Macri de Argentina, CUTCSA de Uruguay, SOL de Brasil y BQB (Buquebus Airlines). A este último, muy ligado al gobierno, sólo le interesaban las frecuencias aéreas ya que encontraba a los aviones “caros de precio y poco rentables”.
El 1ero de octubre pasado se rematan los aviones de Pluna. Lo extraño es que sólo se permitió que estuviera presente un medio periodístico, Tenfield, empresa de comunicaciones de Paco Casal, empresario deportivo ligado al gobierno. A la hora de ofertar, había una sola empresa, el remate duró entre 7 y 8 minutos. La empresa beneficiada fue Cosmo Airlines, su representante un supuesto español de nombre Antonio Sánchez.
Nos llevo menos de 24 horas averiguar que Cosmo Airlines era una empresa con 8 meses de vida, con un sólo avión (que no estaba pago) y que tenía su pagina web “en construcción”. El Señor Antonio Sánchez no sólo no es español, sino que se llama Hernán Antonio Calvo Sánchez, es argentino y amigo íntimo de Juan CarlosLópez Mena, dueño de Buquebus. El capital de Cosmo declarado es de 7 millones de euros y se comprometía, vía un aval del Banco de la República Oriental del Uruguay, a pagar U$S 137 millones.
Hoy sabemos con certeza que la empresa Cosmo fue un invento de López Mena para hacerse de los aviones de Pluna por un lado, “voy a alquilar a Cosmo las aeronaves para volar en la región, pagaremos U$S 500.000 por año” y para adjudicarse en forma gratuita las frecuencias que utilizaba la ex aerolínea,  “la concesión definitiva sin cargo ni costo de la explotación comercial de la totalidad de las rutas, frecuencias y horarios de vuelo”. Un negocio redondo. Sin poner plata, López Mena se quedaba con el activo de Pluna, 7 aviones y más de 15 destinos que incluían los países del sur y Madrid. De esta forma el empresario se “cobraba” la contribución a la campaña de los Presidentes Tabaré Vázquez y José Mujica, ambos del partido Frente Amplio.
Ayer se venció el plazo para pagar la comisión del remate, U$S 835.700, si no lo hace Cosmo deberá de hacerlo el Banco República, que como sabrán es estatal.
La osadía de un periodista que fotografió en una reunión privada al Ministro de Economía uruguayo Fernando Lorenzo, al dueño de BuquebusJuan Carlos Lopez Mena, a su hijo Juan Patricio López, a su amigo Hernán Antonio Calvo Sánchez (alias Antonio Sánchez) y a un asesor del Ministerio de Economía, más el trabajo de varios uruguayos independientes arrojaron a la luz toda esta información.
Cabe destacar que el fundador de Cosmo Airlines es Miguel Castro Marín uno de los protagonistas del escándalo de lavado de dinero conocido como “Caso Malaya”. Frente a tanta impotencia el jueves pasado los exempleados de PLUNA hicieron un escrache al Ministro de Economía. Este año entre los entes públicos, empresas monopólicas y PLUNA el Estado uruguayo va a haber perdido más de U$S 2.000 millones frente a “amigos del poder”.

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